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Puentes y Diagonales: ¿quiénes conforman tu equipo de trabajo?

La posibilidad de que un proyecto avance con fluidez es directamente proporcional a la sinergia que se genere entre las partes implicadas

Una de las primeras preguntas que hago a quienes vienen a consultarme es “¿Quiénes conforman tu equipo, hoy?”. Las respuestas, muchas veces, aluden al entorno más obvio: su jefe (o sus jefes), sus compañeros y sus reportes (si es el caso). Algunos, pocos, agregan a algunos de sus pares y una o dos personas más de otras áreas con las que habitualmente mantienen relación.

Esa mirada atrasa. Es obsoleta en un contexto cada vez más interdependiente donde la tendencia creciente es trabajar por proyectos en equipos que trascienden fronteras y en múltiples formas de asociación.            

“Vengo de una cultura muy rígida. Me crié en ese estilo y aprendí a ser jefe con esas reglas”, dice un directivo de una compañía a quien acompañé a través de importantes cambios. “Esas estructuras que había conocido, que eran lineales, verticales u horizontales, pasaron a estar vinculadas por puntos que, a su vez, se bifurcan, se hacen circulares. Los muros de los silos funcionales se empezaron a romper. Cambiaban los roles y las funciones, y yo pretendía seguir haciendo lo mismo de siempre. Tuve que aprender que en un momento te toca liderar y en otros ser liderado, y me costó mucho entender que eso no me hacía perder el poder, la autoridad ni la responsabilidad. De a poco pude empezar a mirar de una manera más compleja, más sistémica, y adaptarme a las nuevas formas de vincularse. Me llevó tiempo, no fue fácil liderarme hacia esos cambios y, simultáneamente, conducir al equipo hacia la transformación que necesitamos. Con la práctica entendí que esa manera es mucho más eficiente, eficaz y divertida, que empodera a las personas y hace explotar su creatividad”.

Toda posibilidad de cambio comienza por la percepción. La mirada desactualizada limita nuestro poder de acción a la isla del área y la posición en que nos desempeñamos. Si ampliamos la mirada más allá de lo obvio se empiezan a hacer visibles los lazos que conectan el proyecto con otras personas vinculadas con el objetivo dentro y fuera de la organización.

La perspectiva sistémica transforma el campo de juego y redefine el concepto de equipo. Los puntos que antes se percibían aislados por las barreras de los puestos, títulos y locaciones ahora se integran con un propósito común.

De pronto nos damos cuenta de que no estamos solos, que podemos ir con otros, trabajar juntos, hacer equipo, potenciarnos unos a otros.

La posibilidad de que un proyecto avance con fluidez es directamente proporcional a la sinergia que se genere entre las partes implicadas. Estratégicamente, no porque sea una verdad absoluta, es útil creer que somos responsables de tender puentes y diagonales para conectar esos puntos y activarlos para movernos juntos hacia el objetivo. Tenerlos en foco, mantenerlos informados y prevenirlos de las potenciales consecuencias de nuestras acciones sobre ellos son inversiones de comunicación que refuerzan la confianza, facilitan la cooperación y debilitan las resistencias.

La red de vínculos para alcanzar un objetivo

Para hacer evidente la red de personas involucradas en el logro de un objetivo es útil hacerse estas preguntas:

.¿Quiénes están involucrados en el proyecto hoy?

.¿Quiénes son hoy mis aliados estratégicos?

.¿Quiénes son los resistentes hoy?

.¿Con quién más necesito hacer equipo?

.¿A quién más necesito “vender” el proyecto y motivar para que se suba al barco? ¿Es un par de mi equipo? ¿Un líder de otra área? ¿Mi jefe? ¿Un directivo? ¿Un inversor? ¿Un cliente? ¿Un socio?

.¿Quién más puede ser un aliado, o un obstáculo, más adelante?

.¿Cuáles de esas relaciones están consolidadas hoy? ¿En cuáles necesito invertir? ¿Cuáles tengo que generar?

Dibujar un gráfico de la red es muy útil para mantenerla en foco para planificar un objetivo y llevarlo a buen puerto.